Hasta hace poco tiempo ninguno habíamos oído hablar de Edward Snowden. Cuando a través de los medios de comunicación le conocimos, nos hicimos los escandalizados y simultáneamente, finalizó también nuestra “edad de la inocencia”. Quizá una inocencia forzada, superficial, que sabíamos no real, pero que nos permitía, felices, hacernos los ignorantes y mirar para otro lado. Lo que hasta ese momento sospechábamos, sin querer creerlo en el fondo, lo que contemplábamos como argumento de película, pasó a ser una realidad cierta, palpable, reconocida. Y triste. Y Preocupante. Ya no era posible obviarlo. Nos lo habían confirmado y certificado: Nos espiaban, leían nuestros correos, seguían nuestras búsquedas, conocían nuestros gustos y circunstancias personales, estaban al tanto de nuestros secretos… Las autoridades vigilantes, siempre presentes, invasivas de la privacidad individual, el Gran Hermano Orwelliano, existía.
Sobre este tema y únicamente en los últimos meses, algunos artículos que la prensa ha divulgado:
- EE UU mina los estándares de seguridad para espiar en Internet (06/09/2013)
- Polémica en México por el espionaje de Estados Unidos (05/09/2013)
- Brasil pide explicaciones a EE UU tras otra acusación de espionaje (02/09/2013)
- El riesgo para la libertad (30/08/2013)
- Un tribunal censuró a la NSA su ocultación de datos en 2011 (22/08/2013)
- La NSA infringió las normas de privacidad en miles de ocasiones (16/08/2013)
- “Alemania es el país más espiado de toda Europa” (22/07/2013)
- Microsoft ayudó a la NSA a revelar mensajes encriptados (11/07/2013)
- ONG denuncian en Francia el espionaje masivo de EE UU (11/07/2013)
- Colombia, México y Perú, entre los países vigilados por EE UU (09/07/2013)
- España pide a EE UU explicaciones sobre sus programas de vigilancia (09/07/2013)
- El Gran Hermano con la ayuda de Google (01/07/2013)
- Facebook y Microsoft admiten haber entregado datos de usuarios al Gobierno de EEUU (14/05/2013)
- EEUU pagó millones de dólares a Yahoo, Google, Facebook y Microsoft (23/08/2013)
Espiados, sabiendo todo de nosotros… El propio Google, a través de tu cuenta y en su Dashboard te facilita una herramienta en la que podrás ver todo lo que ha conocido, y deducido, Google de ti. O, al menos, lo que públicamente confiesa.
Efectivamente, Google sabe mucho, ¡y de todos! Cada vez que buscamos algo y estamos registrados, cada cosa para la que utilizamos Chrome, los emails, las conversaciones por chat, y toda esa lista interminable de datos, ¡quedan registrados! Sí, Google lo sabe casi todo: el buscador lee nuestros correos para incrustarnos publicidad “que nos pueda interesar” Y es que no hay casi nada que el gigante tecnológico no vea. Vamos, que si usas Chrome, tienes un Android, tu correo es de Gmail y usas el resto de servicios de la empresa, ¡ya te puedes ir haciendo una idea de que Google sabe más de ti que tu propia madre o pareja (por supuesto)!
En Google se defienden: “Al igual que a nadie le extraña que si manda una carta a un colega lo abra su secretaria, los usuarios del correo no deberían sorprenderse al descubrir que son procesados durante el envío”. Así es como justifican ante el defensor del consumidor de Estados Unidos su gestión del correo electrónico. Y van un paso más allá: “De hecho, nadie tiene expectativas legítimas de privacidad en el contenido de la información si lo cede voluntariamente a terceros”. Por voluntariamente se refieren a dar el consentimiento al usar su servicio.
El buscador matiza. “No es lo mismo que alguien se siente a leer el contenido de cada correo que utilizar robots que escanean el contenido para después incluir anuncios relacionados”
Pero lo que realiza Google no es diferente del comportamiento de Facebook, Twitter, Amazon o incluso Microsoft, la cual, en un intento de atraer clientes del primero, comenzó no hace mucho una agresiva campaña: «Crees que Google respeta tu privacidad? Piénsatelo dos veces«. Esta es una de las frases con las que Microsoft apareció en periódicos, radios y televisiones para animar a que la gente deje de usar Gmail, competencia del su ex-Hotmail, (desde julio Outlook). «Google conoce cada palabra de cada Gmail enviado o recibido, para vender publicidad» continuaba la campaña. Por cierto, con escasos resultados.
Además, nosotros se lo ponemos fácil. Creamos un blog, una cuenta en Twitter, otra en Youtube, varias cuentas de correo, incluso en distintos servidores… cada una de ellas con usuarios distintos, datos falsos… y nos creemos a salvo. Luego, entramos a cada uno de estos sitios, reiteradamente, desde el ordenador de casa, el del trabajo, desde nuestro Smartphone… y ya tenemos el vínculo hecho. Nos “han pillado”. Además relacionan toda esta información con lo que dices en tus cuentas “oficiales”, lo que muestras en Facebook y en todos los “me gusta” clicados, los “+1”, tus interacciones, amigos, tus tweets, tus búsquedas y compras…
Pero ¿qué obtiene cada red, cada programa de nosotros? Si no somos terroristas, ni espías, ni delincuentes… ¿para qué usan todos estos datos? En el próximo post intentaremos responder a esto y daros algún sorprendente dato.
Continúa en: Saben todo de ti. Tus datos por todo el mundo (II)
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¡Muchas gracias por el artículo! Estoy preparando un seminario y me ha facilitado mucha información de interés.