Efectivamente, tras perder cerca de un 50% de su valor en bolsa en menos de un año, la red social más popular del mundo ha ideado una nueva fórmula de obtención de ingresos, teniendo el menor impacto posible sobre sus usuarios.
Desde hace días, en Estados Unidos, el enviar un mensaje en Facebook a un desconocido (que no se encuentre en la lista de amistades), tiene un coste, que varía según la popularidad del receptor del correo. El precio lo decide un algoritmo que, según el número de amigos, considera al receptor más o menos famoso y, por tanto, más propenso a recibir correo basura o spam.
Si el emisor desea enviar el mensaje sin pagar este nuevo arancel, podrá hacerlo, pero irá directo a la carpeta destinada para tal efecto («otros»), y es probable que el receptor ni tan siquiera se entere de la existencia del mismo.
Ésta ha sido la excusa perfecta para Facebook, ya que el objetivo de esta medida no es recaudar, sino proteger a los famosos acosados por cientos de mensajes de desconocidos al día. Eso sí, el importe generado, irá de forma íntegra a parar a las arcas de Facebook.
Aún en etapa de pruebas, en principio debería afectar únicamente a un reducido número de países, entre los que no se encuentra España. Y digo en principio, porque ayer, al probar desde nuestra oficina (en pleno centro de Madrid) a dos de nosotros nos aparecía ya el precio al intentar contactar con desconocidos.