Algunos acontecimientos superan cualquier previsión. Lo comprobamos cada día, desde principios de año. Aunque sí tenemos una certeza: el estado de alarma por pandemia de coronavirus, terminará. Disculpen por la obviedad.
No sabemos cómo de devastado quedará el paisaje humano, ni el sanitario, ni el económico. Lo que sí sabemos es que nuestros hábitos, nuestra forma de relacionarnos con los demás, han cambiado. Y probablemente no vuelvan a ser iguales a los de antes de esta crisis sanitaria mundial.
Persianas bajadas
Cuando salgamos a la calle, muchos comercios continuarán con la persiana bajada. El sector minorista ya sufría su particular crisis, mucho antes de la aparición del covid-19. Primero las grandes cadenas y centros comerciales, y después el comercio online… con la puntilla de Amazon.
Antes de esta crisis, algunos profesionales nos encargaban una web como mera tarjeta de presentación: “tengo que estar, ya me contactarán y vendrán a verme”, decían. Abogados, psicólogos, incluso alguna tienda que mostraba parte de su escaparate, sin dar el paso definitivo a la venta online.
Nuevos hábitos
Nos atrevemos a asegurar que, durante estas semanas de aislamiento, muchas personas habrán experimentado por primera vez que pueden hacer la compra desde el ordenador; que sus empleados o compañeros de trabajo pueden ser igual de eficientes o más, teletrabajando desde casa, que calentando la silla de la oficina; que sus hijos pueden continuar los estudios con un ordenador y conexión a internet; que con un poco de voluntad y wifi pueden mantenerse en forma… o continuar con las clases de inglés por Skype.
No es descabellado pensar que muchos de los nuevos hábitos permanecerán, que tendrán consecuencias negativas para demasiados negocios, pero positivas para otras muchas actividades.
Es el momento de dar lo mejor
Ahora debemos prepararnos para el día después, cuando hayamos recuperado cierta normalidad. Quizá estos días encontremos el momento para plantearnos si queremos participar activamente en el nuevo paisaje, ya mencionado, que se va a dibujar en los próximos meses. Participar con lo que mejor sepamos hacer.
Primeros pasos
Si aún no tiene claros sus objetivos, o no sabe cómo alcanzarlos, aléjese de las pantallas. Tome un papel, notas adhesivas y un lápiz. Empecemos por lo básico, las 5 W: qué, quién, cuándo, dónde, por qué y cómo.
Del “cómo” nos encargamos nosotros. Llevar de la mano a nuestros clientes a alcanzar sus objetivos en la web, es lo que mejor hacemos en e-SORT.
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¡Ahora está todo el mundo teletrabajando!