Croutsourcing o crowdsourcing, ¡todo el mundo está invitado!

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La actividad referida como croutsourcing o crowdsourcing, se refiere a todo trabajo cuyo desarrollo se origina (sourcing) por un gran número de personas (crowd), ubicadas en cualquier parte del globo, desconocidas entre sí, trabajando a veces de manera colaborativa, a veces en competencia, pero que buscan al final dar respuesta a un único problema. No es necesario que estas personas sean expertas del tema a tratar, basta con el entusiasmo de la masa. Sin embargo, sí es imprescindible un gran sistema de comunicación e intercambio de ideas, que supla la falta de conocimiento.

Bajo estos parámetros, evidentemente el medio ideal en el que se desarrolla el crowdsourcing es la Web, en su vertiente más puramente 2.0.

Desde el estallido de las redes sociales el deseo, parece ser que innato y perentorio, de todos por compartir ideas, pensamientos, etc con el resto del mundo ha favorecido, en una vuelta de tuerca más, la aparición de este tipo de actividad. Así, ya no basta con comentar opiniones, fotos o aficiones. Ahora se trata de trabajar para un objetivo común, lo cual lo hace aún más atractivo si cabe que las propias redes sociales.

Como se ha comentado, esta actividad puede surgir por la publicación de una empresa o particular de una necesidad, en cuyo caso la solución estará generalmente recompensada y los que respondan a la llamada competirán entre ellos por dar con la solución.

Sin embargo, en otros ámbitos, como por ejemplo el del marketing o la información, el croutsourcing se refiere más a cómo una serie de personas no relacionadas profesionalmente con los medios, pueden aportar todos ellos su granito de arena.

Así, a la hora de cubrir una noticia, cualquier persona anónima puede convertirse en reportero, enviando comentarios, imágenes o vídeos tomados en el lugar de la noticia. Gracias a la Web, estar casualmente en “el meollo” de un asunto nos puede convertir en el centro de atención si nuestra aportación, aunque amateur, añade una visión mucho más cercana y realista de la noticia. No es necesario formación o conocimientos previos. Se premia la naturalidad, tal vez en contraste con el formalismo del periodismo tradicional. Las aportaciones serán breves, pero si juntamos muchas, la perspectiva obtenida del hecho cubierto será mucho mayor.

Es por ello que ya muchos medios digitales invitan a sus lectores a participar activamente en las noticias. Esto atrae finalmente hacia sus páginas no sólo al reportero ocasional, sino a toda su red de conocidos, entre los que hará publicidad gratuita, así como a multitud de curiosos que desean ver la noticia casi como si la viviesen en primera persona.

Todo esto tiene un riesgo, y es la “trivialización” de la información. Si cualquiera puede, ¿de qué vale la actividad de los profesionales?. Realmente, se trata de acciones complementarias. Sin un marco general y una línea que guíe las aportaciones, el crowd se limitaría a ser un bombardeo caótico de contenidos, que no de información real.

En definitiva,  se trata de crear una sinergia, que puede dar y de hecho está ya dando excelentes resultados.

Alberto Martin

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